Imagen antigua del monumento a los Mártires de la Libertad,
"En recuerdo a todos los fusilados en defensa de las libertades"
Se levantó en Alicante, el 8 de marzo de 1907
Escultor Vicente Bañuls
(desaparecido en la actualidad)
Fondos Ministerio de Cultura
Actual Plaza de la Puerta del Mar (Alicante)
Imagen antigua del monumento a los Mártires de la Libertad (desaparecido en la actualidad)
Actual Plaza del Mar de Alicante
La rebelión de
Boné fue una sublevación surgida en la ciudad
de Alicante (España) desde el 28 de enero al 9
de marzo de 1844 contra el gobierno
liberal moderado de González Bravo que se había
formado a finales de 1843, tras la caída en julio de ese año de
la Regencia de Espartero. La rebelión, liderada por el
coronel de caballería y comandante de carabineros Pantaleón
Boné, consistió en el levantamiento popular de ciudadanos liberales
progresistas, que exigían una serie de mejoras políticas,
económicas y sociales frente a la vuelta al poder de los moderados.
Desarrollo
Pantaleón Boné, llegó a Alicante procedente de Valencia,
con 150 carabineros de infantería, 50 de caballería y
un batallónde infantería de Saboya.1 Los
días 27 y 28 de enero los empleó para conseguir
apoyos de oficiales de la guarnición de la ciudad y del Castillo
de Santa Bárbara, del cual se apoderó en la tarde de ese último
día.1 Se anunció la toma de la ciudad por los hombres
de Pantaleón, de dos formas: a las 17 horas se avisó
mediante varios tambores tocando llamada y tropa; y a
las 18 horas se disparó un cañonazo desde el macho del
castillo (el macho es la explanada más elevada del Castillo de Santa
Bárbara), seguido de otro unos minutos después, mientras la campana
de dicha fortaleza tocando arrebato anunció que la
rebelión se había consumado en Alicante.
El pronunciamiento liberal que había triunfado
en Alicante, fue el aval para extender la revuelta por toda
la provincia de Alicante. La idea era hacerse con las ciudades
de Albacete, Murcia, Almería y Málaga,
donde ya habían preparado al cabecilla de cada zona, y en la que
quedaría Pantaleón Boné como jefe absoluto
de Alicante.1 Conforme avanzaban los días, la población
alicantina notó las penurias del conflicto al ver sus casas
destruidas, enormes gastos o hambruna.1 Entre las medidas
que Boné tomó como máxima autoridad de la ciudad, encontramos la
creación de la Iglesia de Santo Domingocomo tahona, la
petición de alimentos a los comerciantes de la ciudad para abastecer
a los residentes en el Castillo de Santa Bárbara donde
estaba recluida gran parte de la población, además de los
detenidos.1 También expuso un edicto para estimular
el reclutamiento a sus tropas de ciudadanos entre 16 y 50 años,
ofreciéndoles diferentes raciones de alimentos y 3 reales por
cada uno.1 Mientras reclutaba a la población civil, convocó
mediante bando a los sastres y zapateros de
la ciudad, bajo multa de 100 reales al que no
asistiera, para transformar los productos que asaltó en
la aduana del puerto, como paños, lienzo y cotoné,
para hacer uniformes, y becerros y fardos de
suela para hacer zapatos y cananas.
Entre tanto, la lista de prisioneros de la rebelión
del oscense Boné se iba engrosando poco a poco, entre la que
destacaban autoridades como el alcalde primero Miguel
Pascual de Bonanza; los síndicos Juan Bonanza, Félix
Giménez o Francisco Ansaldo; el regidor Juan
García Álamo; el síndico Conde de Santa Clara; el comandante
del correccional Mauricio Gil. Y se resistió en la
búsqueda el alcalde constitucional Cipriano Bergé.
Con el control total de Alicante, considerada plaza
fuerte al estar completamente amurallada, dispuso importantes
refuerzos en el Castillo de Santa Bárbara, Castillo de San
Fernando, y en el baluarte de San Carlos.1 El líder Boné se
vio obligado a gestionar en pocos días una importante estrategia
en tropas, dinero, alimentos y armas.1 Además
realizó varios desplazamientos a diferentes puntos de
la provincia para tratar de asegurar las defensas y
mantener la moral de sus oficiales y soldados.
El capitán general de Valencia, Federico
Roncali, se desplazó a tierras alicantinas, donde colocó su cuartel
general enVillafranqueza,1 y desde el 7 de
febrero sitió la ciudad alicantina por tierra y
por mar con un buque que bombardeaba la ciudad.1 A Roncali, se
le unió el comandante general de Murcia, Pardo,
que situó su cuartel en San Vicente del Raspeig. El 5 de
febrero de 1844, entre Elda y Petrel se
produjo una violenta escaramuza entre tropas de Boné y el
ejército del General Pardo, subordinado de Roncali, en la que
cayeron presos hombres importantes de Boné como el teniente coronel
capitánIldefonso Basilio, el comandante José Mena,
el capitán teniente Luis Gil, el comandante
teniente Pío Pérez y los tenientes subtenientes Juan
Gómez, Luis Molina y Arcadio Blanco.
Poco a poco el cerco se fue estrechando en favor de
las tropas de Federico Roncali. Roncali y Pardo ordenaron
reclutar a todos los varones, solteros o viudos, de 18 a 50 años y
muchas familias alicantinas huyeron en los primeros
momentos ante el miedo a los enfrentamientos. Tras esto, Boné se
refugió dentro de los muros del castillo de Alicante
dispuesto a resistir. Conforme avanzaban los días, la situación se
convertía en insostenible. Juan Martín "El Empecinado",
capitán de carabineros al mando de la guarnición
del Castillo de Santa Bárbara, que era amigo íntimo
de Pantaleón Boné, negoció a sus espaldas la entrega de
la ciudad, cortando las comunicaciones entre el castillo y la
ciudad. Asímismo, los extranjeros residentes en Alicante se
refugiaron en los barcos de su nacionalidad llegados para
protegerlos. El levantamiento liberal decaía y finalmente las tropas
gubernamentales tomaron la ciudad.
El día 14
de febrero de 1844, al amanecer, fueron fusilados en la
tapia del Panteón de los Guijarro, en Villafranqueza, los
7 oficiales de Boné capturados en laescaramuza cerca
de Elda ocurrida el 5 de febrero. En cuanto
a Pantaleón Boné y sus 23 compañeros, fueron fusilados
en hilera por la espalda, el 8 de marzo en el Malecón
(ahora denominada Explanada de España) del puerto de
Alicante.1 El historiador y periodista, Nicasio Camilo
Jover, al relatar la derrota de Boné, escribió en relación a los
soldados gubernamentales: El pueblo presenció la entrada de las
tropas silencioso y triste.
Recuerdo y reconocimientos en Alicante
En recuerdo a todos los fusilados en defensa de las
libertades se levantó en Alicante, el 8 de marzo de 1907,
el Monumento a los Mártires de la Libertad, del
escultor Vicente Bañuls, situado en lo que actualmente es
la plaza de la Puerta del Mar y al final del paseo que
desde mediados del siglo XIX se denominaba Paseo de
los Mártires (actual Explanada de España). La ciudad
rotuló también, a las faldas del Castillo de Santa Bárbara,
una calle a Pantaleón Boné y otra al 8 de marzo. A partir
de entonces, todos los 8 de marzo se celebraba
en Alicante un acto público y cívico en el Malecón
del Puerto en recuerdo de las libertades, al tiempo que se
celebraba una misa en la Concatedral de San Nicolás de Bari. Se
celebró desde 1854 hasta 1936.
Tras la Guerra Civil Española el nombre
del Paseo de los Mártires el nuevo régimen eliminó dicha
denominación, recuperando un antiguo nombre, el de Explanada de
España que había ostentado durante algunos años el Parque de
Canalejas. De la misma manera la calle de Pantaleón Boné pasó a
ostentar el nombre del político tradicionalistaJosé Martínez de
Velasco fusilado en 1936, denominación que aún ostenta. De la
misma manera la calle del Ocho de Marzo recuperó su antiguo nombre,
el de José Serra Lloret. También, el Monumento a los
Mártires que se encontraba dañado y decapitado tras
los bombardeos de la Guerra Civil fue desmontado en 1941.
Así mismo se suprimieron todos los actos conmemorativos, cayendo el
monumento y lo que representaba en el olvido. La eliminación del
recuerdo de los Mártires de la Libertad se extendió también a la
pedanía de Villafranqueza, donde habían sido fusilados algunos
de los sublevados el 14 de febrero de 1844. La calle de los Mártires
de la Libertad recuperó el antiguo nombre de calle del Calvario. Es
en esta pedanía alicantina donde se realiza en la actualidad la
procesión cívica en honor a los Mártires de la Libertad. La
comitiva se dirige de la plaza de la Constitución hacia el Panteón
de los Guijarro, en cuyas tapias murieron fusilados algunos de estos
mártires cuyos cuerpos descansan en el cementerio de la pedanía.
Existe en dependencias municipales un cuadro de
autor anónimo recientemente restaurado que describe el fusilamiento
de Pantaleón Boné en el Malecón junto con otros
partidarios de su rebelión.
Fuete: Wikipedia
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