
Aspillera:
Palabra proveniente del Latín sagitta(también llamada arquera, saetera, lancera, tronera o ballestera) es una abertura, estrecha y profunda, practicada en algunos muros o murallas defensivas, así como en las torres de los castillos o incluso en algunas almenas, para permitir disparar flechas con arcos o bien con ballestas.
El motivo que hizo surgir las aspilleras fue la pretensión de eliminar los ángulos muertos en las fortificaciones. De este modo aparecieron las primeras arqueras en las fortalezas del siglo XII, aunque por entonces aún eran bastante raras o difíciles de encontrar. Fue durante el siglo XIII cuando se multiplicaron y se convirtieron en un método defensivo habitual. Hacia mediados del siglo XIV, las aspilleras se volvieron cada vez más raras en las partes bajas de las fortificaciones y se multiplicaron en las zonas altas. Por regla general se reserva la denominación de saetera para las fortificaciones más antiguas en las que no existían armas de fuego y aspillera para aquellas en las que se utilizaban para disparar este tipo de armas. Por ejemplo las aspilleras para disparo con fusil en los fuertes poligonales del siglo XIX.
El arco conopial es un tipo de arco apuntado de cuatro centros que presenta una escotadura en la clave con un vértice hacia arriba, similar a la letra "S" o una llave mecánica. Se compone de dos arcos cóncavos en la parte inferior y dos convexos en la parte superior, y es característico del gótico tardío, especialmente del estilo flamígero.
Características:
Forma de quilla invertida:
Su aspecto recuerda una quilla de barco o una llave de ebanista con un vértice hacia arriba. Cuatro centros:
Para su trazado se utilizan cuatro centros de circunferencia, dos para los arranques cóncavos y dos para los arcos convexos superiores.
Contracurva en la clave:
La característica principal es la contracurva en la clave, donde la línea del arco se dirige hacia arriba formando un pico.
Origen y uso:
Aunque su origen es controvertido y se cree que proviene de la arquitectura islámica, fue muy utilizado en el gótico tardío o flamígero de los siglos XIV y XV.
Decoración:
A menudo presenta una decoración en su parte más alta.
Torre con talud es un tipo de estructura defensiva, comúnmente medieval, cuyo diseño incorpora una base ancha e inclinada hacia afuera que se estrecha hacia la parte superior, dificultando el asalto enemigo. El talud, o escarpe, en el muro exterior de la torre servía para alejar al atacante y protegerla contra el uso de torres de asalto, proporcionando una mejor posición de tiro y control.
Características clave:
Base ancha:
La
parte inferior de la torre es considerablemente más ancha que la
parte superior. 
Pendiente hacia afuera:
La cara del muro
presenta una inclinación descendente hacia el exterior. 
Diseño
defensivo:
Este diseño se utilizaba para proteger a las
guarniciones de los ataques, aprovechando la pendiente para
desestabilizar a los asaltantes y dificultarles el acceso a la cima
de la torre. 
Función del talud:
Dificultar el
escalamiento:
La inclinación del talud hacía muy difícil que un
enemigo pudiera trepar para alcanzar los adarves (las partes altas de
las murallas). 
Mejorar el control del campo de
tiro:
Permitía a los defensores tener un mejor campo de visión y
combate sobre los atacantes. 
Impedir el uso de máquinas de
asedio:
La base ancha y la pendiente hacían muy difícil colocar escaleras y torres de asalto   

Origen e historia
La Orden de San Juan:
El símbolo nació con la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, dedicada al cuidado de los enfermos y heridos durante las Cruzadas.
La Orden de Malta:
Cuando la Orden se trasladó a la isla de Malta, adquirió el nombre de Orden de Malta, adoptando la cruz como su insignia y símbolo.
Un símbolo de virtudes:
Las ocho puntas de la cruz representan las ocho virtudes que un caballero debe poseer: la lealtad, la piedad, la sinceridad, el valor, la gloria, el honor, el desprecio por la muerte, y la solidaridad para con los pobres y enfermos.
 
 

Las torres vigía avisaban de la llegada de piratas mediante un sistema de señales de humo durante el día y de hogueras por la noche
Cada torre se comunicaba con la siguiente en una cadena, usando un código de señales (por ejemplo, levantando las hogueras tantas veces como barcos avistaran) para transmitir la información a lo largo de la costa y a las localidades.
Sistema de comunicación
Durante el día: Se utilizaban señales de humo para alertar de un ataque.
Durante la noche: Se encendían hogueras.
Código de señales: La cantidad de hogueras o el tiempo que permanecían encendidas indicaban el número de naves enemigas.
Aviso continuo: Si el ataque ya había comenzado, la humareda o la hoguera se mantenía de forma continua para indicar el desembarco.
Comunicación en cadena: Las torres se comunicaban entre sí, al avistar un peligro.
La torre emitía la señal, que era replicada por la torre siguiente, extendiendo la alerta a través de toda la costa.













 
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