2 de junio de 2023

¿Quién fue? Azorín - Monóvar - Alicante - España

 

José Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo Azorín (Monóvar, 8 de junio de 1873-Madrid, 2 de marzo de 1967), fue un escritor español perteneciente a la generación del 98, que cultivó diversos géneros literarios: la novela, el ensayo, la crónica periodística y la crítica literaria y, en menor medida, el teatro.

Como político, ocupó en cinco ocasiones consecutivas (entre 1907 y 1919) escaño de diputado a Cortes por el Partido Conservador durante la Restauración (cuatro por dos distritos de Almería, Sorbas y Purchena, y una por el de Puenteareas en Pontevedra).​

Biografía

Nacido en la localidad alicantina de Monóvar el 8 de junio de 1873, su nombre completo al nacer fue José Augusto Trinidad Martínez Ruiz. Su padre era natural de Yecla (Murcia) y militaba en el Partido Liberal-Conservador (llegó a ser alcalde, diputado y seguidor de Francisco Romero Robledo). Ejercía de abogado en Monóvar y poseía una importante hacienda. Su madre había nacido en Petrel. Era una familia tradicional burguesa y acomodada. Azorín fue el mayor de nueve hermanos. Estudió bachillerato interno durante ocho años en el colegio de los Escolapios de Yecla, etapa que refleja en sus dos primeras novelas, de fuerte contenido autobiográfico. De 1888 a 1896 cursó derecho en Valencia, donde se interesa por el krausismo y el anarquismo y se entrega a febriles lecturas literarias y políticas. Empiezan sus pinitos periodísticos. Usa seudónimos como Fray José, en La Educación Católica de Petrer, y Juan de Lis, en El Defensor de Yecla. Escribe también en El Eco de Monóvar, El Mercantil Valenciano e incluso en El Pueblo, periódico de Vicente Blasco Ibáñez. Casi siempre hace crítica teatral de obras de fuerte contenido social (elogia las obras de Ángel Guimerá y Benito Pérez Galdós o el Juan José de Joaquín Dicenta) y ya refleja sus inclinaciones anarquistas. Traduce el drama La intrusa de Maurice Maeterlinck, la conferencia del francés A. Hamon De la patria o Las prisiones de Kropotkin. En 1895 publica dos ensayos, Anarquistas literarios y Notas sociales, en los que presenta al público las principales teorías anarquistas.

Se examinó en Valencia, pero fue más estudiante que estudioso y más atento a las tertulias, al periodismo, al teatro y a la literatura que a las leyes. Llegado el 25 de noviembre de 1896 a Madrid para seguir sus estudios, se inició en medio de grandes privaciones en el periodismo republicano como en El País (1896), de donde le echaron, o en El Progreso (1897), periódico de Alejandro Lerroux, recibiendo solo el apoyo de Leopoldo Alas, Clarín, en uno de sus Paliques, donde trabajó como crítico, bajo los seudónimos de Cándido —en honor a Voltaire—, Ahrimán —el dios persa de la destrucción—, Charivari y Este, entre otros.

Poco a poco su nombre fue apareciendo cada vez más en revistas y periódicos como Revista Nueva, Juventud (firmando con Pío Baroja y Ramiro de Maeztu como grupo de los Tres), Arte Joven, El Globo, Alma Española, España, El Imparcial y ABC. Al mismo tiempo va publicando folletos y libros. Escribe una trilogía de novelas autobiográficas de donde sacará su definitivo seudónimo, «Azorín», con el que empezará a firmar en 1904: La voluntad (1902), Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo.

A partir de 1905 el pensamiento y la literatura de Azorín están ya instalados en el conservadurismo. Comienza a colaborar en ABC donde participó activamente en la vida política. Antonio Maura y sobre todo el ministro Juan de la Cierva y Peñafiel  se convierten en sus máximos valedores

Entre 1907 y 1919 fue cinco veces diputado cunero​ y dos breves temporadas (en 1917 y 1919) subsecretario de Instrucción Pública. Crítico en sus primeros años con el sistema político de la Restauración, al que tenía por corrupto, pasó, con el tiempo, a integrarse en él. Tenía ya una larga trayectoria en la prensa madrileña cuando se incorporó a La Vanguardia como crítico literario.5​ Gracias al empeño del director Miquel dels Sants Oliver, Azorín publicó, en este rotativo, cerca de doscientos artículos entre 1914 y 1917. No es de extrañar que un conspicuo representante de la cultura castellana publicara en las páginas de un diario barcelonés como La Vanguardia, ya que Barcelona fue la capital donde se impulsó y se dio a conocer, según los estudiosos, la generación del 98.

Viajó incansablemente por España y ahondó en la lectura de los clásicos del Siglo de Oro. El directorio militar de Primo de Rivera enfrió la actividad pública de Azorín, quien se negó a aceptar cargos políticos de manos del dictador. En 1924 fue elegido miembro de la Real Academia Española.

Cuando estalló la Guerra Civil huyó del Madrid del Frente Popular y con su esposa, Julia Guinda Urzanqui (1876-1974), se refugió en Francia. Años después, en 1966, fruto de su estancia en París durante la contienda, escribió el ensayo París, con sus impresiones sobre la capital francesa. Terminada la contienda, pudo regresar a España gracias a la ayuda que al efecto recibió del entonces ministro del Interior, Ramón Serrano Suñer, a quien años más tarde (1955) dedicó Azorín «con viva gratitud» su obra El pasado (Biblioteca Nueva, Madrid). En 1946 se le otorgó la gran cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio.​

En sus últimos años se mostró apasionado y asiduo espectador cinematográfico. Por su actividad articulista en el tema, el Círculo de Escritores Cinematográficos le concedió en 1950 la Medalla a la mejor labor literaria.7​ El 5 de julio de 1963 fue nombrado hijo adoptivo de Alicante.8​ Falleció en su domicilio del número 21 de la calle de Zorrilla, en Madrid, el 2 de marzo de 1967.9​ Inicialmente fue enterrado en el Cementerio de San Isidro, donde se le uniría su esposa tras fallecer en 1974, en 1990 y tras dos años de gestiones los restos de ambos fueron trasladados a su natal Monóvar para ser enterrados en el Panteón familiar.




No hay comentarios:

Publicar un comentario