Antiguos cupones de racionamiento en Alicante 1940 (Adverso y reverso)
(Patatas, garbanzos, lentejas, harina, arroz, azúcar, maíz, sal, judías
y ajos.)
Antiguos cupones de racionamiento en Alicante 1938 (Adverso y reverso)
Racionamiento
El racionamiento es la
asignación gubernamental de recursos limitados y bienes
de consumo, figura económica generalmente aplicada durante
las guerras, las hambrunas o cualquier otra emergencia
nacional.
El racionamiento de
un producto en función de su uso prohíbe
los consumos menos importantes, como puede suceder en el
caso de la gasolina, que se niegue su utilización
para paseos en favor de los viajes relacionados con
el trabajo. El racionamiento ejercido según la escasez de
un artículo de consumo, se pone en práctica por ejemplo, como
cuando no hay suficiente comida para satisfacer a todos los
demandantes y se opta por distribuirlo en cantidades limitadas. El
racionamiento hecho en base al costo de las mercancías,
limita la cantidad de dinero que los consumidores pueden
gastar en productos básicos que son difíciles de estandarizar, como
podría ser la ropa. En el racionamiento por puntos se asigna
un puntaje a cada artículo, dándosele cierta cantidad de
puntos a cada consumidor en forma de cupones, que son emitidos como si
fuera dinero para ser canjeados por bienes racionados.
En una política
económica de este tipo, generalmente los consumidores tienden a
ahorrar su dinero o invertirlo en bonos del Estado, de modo que
el capital que no es gastado, no termina siendo utilizado
en mercancías innecesarias o en compras del mercado negro.
Racionamiento en España en el siglo XX
El
periodo posterior a la Guerra Civil española estuvo marcado por la
escasez. Una orden Ministerial de 14 de mayo de 1939, estableció el
régimen de racionamiento en España para los productos básicos
alimenticios y de primera necesidad. El racionamiento no alcanzaba a
cubrir las necesidades alimenticias básicas de la población, por lo
que vivieron años de hambre y miseria. Se establecieron dos
cartillas de racionamiento, una para la carne y otra para el resto de
productos alimenticios. Se dividió a la población en varios grupos:
hombres adultos, mujeres adultas (ración del 80% del hombre adulto),
niños y niñas hasta catorce años (ración del 60% del hombre
adulto) y hombres y mujeres de más de sesenta años (ración del 80%
del hombre adulto). La asignación de cupos podía ser diferente
también en función del tipo de trabajo del cabeza de familia.
Inicialmente las cartillas de racionamiento eran familiares, que
fueron sustituidas, en 1943 por cartillas individuales, que permitían
un control más exhaustivo de la población. En mayo de 1943 (BOE de
15 de abril de 1943), al mes de la entrada en vigor de la cartilla
individual, el número de racionados en España era de 27.071.978
personas.1 La distribución de alimentos racionados se
caracterizó por la mala calidad de los productos y puso de
manifiesto corrupción generalizada y el mercado negro. El
racionamiento perduró oficialmente hasta mayo de 1952, fecha en que
desapareció para los productos alimenticios.
Entre 1950 y 1960 el consumo per
cápita de carne y papel se duplicó y el de azúcar o de
electricidad se triplicó.
Texto. Wikipedia
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