Harinas Bufort – Alicante, Noviembre del
2013 - RF A314
Nueva fotografía añadida
a la colección Alicante “Antic” detalles de una ciudad
Copyright by José M. Deltell 2013
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Harinas Bufort – Alicante, Noviembre del 2013 - RF A314B
Nueva fotografía añadida a la colección Alicante “Antic” detalles de una ciudad
Copyright by José M. Deltell 2013
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
La fábrica de harinas Bufort está
situada en Alicante (España) y fue construida en 1941 con proyecto
del arquitecto Miguel López González en las proximidades
del puerto y la Estación de Ferrocarril de Murcia, en un entorno de
uso industrial y en la actualidad bastante degradado.
Pasando por la Av. de Elche, destaca el volumen
fabril por su consistente y bella presencia que mantiene intactas, al
margen de su precaria conservación. Sobre el fondo claro, que en la
actualidad parece amarillear por el efecto del tiempo, el ritmo de
los huecos componiendo unos trazos de marcada horizontalidad o
verticalidad, la textura pronunciada de los muros y su efecto de
claroscuro, le imprimen al conjunto orden y fuerza, en un entorno en
el que predominan el caos y la falta de unidad.
La volumetría del conjunto se desarrolla en varios
niveles. Los silos herméticos, de mayor altura, se adosan
lateralmente al edificio que proyecta su fachada a la Avenida y que
asume el mayor protagonismo formal.
El programa de ampliación incluye almacén, naves,
oficinas y vivienda. El sistema estructural se resuelve con muros
portantes. Los acabados de estuco en blanco contrastan con las
carpinterías metálicas en gris oscuro.
Las fábricas de harina, que proliferan en la
primera mitad del siglo XX por toda la geografía alicantina y de la
que encontramos singulares muestras en Elche, Alcoy, Orihuela, con
sus requerimientos funcionales tan específicos generan formas muy
definidas, llegando a constituir una peculiar tipología.
En el caso que nos ocupa, aunque están presentes
los rasgos tipológicos de una fábrica de estas características y
la relación forma-función mantienen una estrecha asociación, no
estamos ante la típica fábrica de harinas. El proyecto de
ampliación, que pasa por el filtro de su autor, le presta al
conjunto una imagen peculiar y moderna. El autor se deja seducir por
elementos vinculados al mundo de la máquina y el transporte, y
aparecen por ejemplo las típicas ventanas con forma de ojo de buey.
Como apuntábamos al principio el paso del tiempo y
la imagen deteriorada del conjunto no parecen afectar sustancialmente
al edificio y al principio de vida que en él subyace. Este aspecto
nos hace pensar en la teoría enunciada, en el s. XVIII, por el
crítico e historiador Ruskin, acerca de los principios que deben
"iluminar la arquitectura" y muy especialmente en sus
"lámparas de la fuerza y de la vida" donde, según apunta
el profesor Joaquín Arnau, "se habla de tallar el efecto y
contar con el deterioro de los años...", o "en el
contraste de luces y sombras como instrumento de lo sublime..."
Texto: Urbipedia
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