5 de junio de 2013

Edificio Bardin - Alicante 2004


Casa Bardin (en primer termino) y Edificio Bardín (en segundo) Alicante, año 2004 - RF A232
REHABILITADOS EN LA ACTUALIDAD
Nueva fotografía añadida a la colección Alicante “Antic” detalles de una ciudad
Copyright by José M. Deltell 2013
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS


Fotografía antigua de la Casa Bardín en 1901 (no construido aún el Edificio Bardin)
Actual sede del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil Albert


El edificio "Bardín", que Juan Vidal Ramos proyecta en 1925 para el cónsul francés Renato Bardín se sitúa en la esquina que formaban las calles de San Fernando y La Nuza de Alicante.
La calle de San Fernando en Alicante, que discurre paralela al trazado del Paseo de la Explanada y muy próxima a la línea de costa, es el resultado de uno de los proyectos de reforma interior acometidos a finales del siglo XIX en la trama de la ciudad. A principios del s. XX se había convertido en uno de los entornos más apreciados por la burguesía local y así lo demuestran el gran número de edificios singulares que salpican su recorrido.
Cronológicamente, este edificio se inscribe en la primera etapa del arquitecto (1916-1936), que representa además la fase más genuinamente historicista, y aquella que más peculiarmente iba a caracterizarle en el panorama arquitectónico de la ciudad. Entre las experiencias que anteceden a este edificio, en lo que a arquitectura residencial se refiere, figuran las casas: Lamaignere (1918), Carbonell (1920), Casa Gomis (1920), Casa Bergé (1922), Casa Mataix (1922), entre las más conocidas.
El interés del edificio de viviendas Bardín que analizamos radica en llegar a caracterizar una solución tipo, (tanto en el esquema de la planta como en los recursos de la composición y el lenguaje empleado), adoptada por Juan Vidal en otras de sus viviendas.
Enfatizando la situación en esquina dentro de la trama y haciendo una correcta interpretación de los principios de composición académicos, se proyecta en el ángulo un volumen prismático prominente que, a modo de mirador, articula el cambio de direcciones y señaliza el eje de simetría principal en planta y alzado.
El edificio consta de planta baja para comerciales, tres pisos y ático. Con dos viviendas por planta, la escalera común se localiza en la bisectriz del ángulo que forman las alineaciones y junto a ella, uno de los dos patios de luces necesarios para la correcta ventilación de las estancias.
La distribución es convencional con estancias a lo largo de las fachadas, pasillo interior paralelo a la dirección de las calles y núcleo de servicios en el interior. Un rasgo importante será la localización de un segundo núcleo de escalera para independizar el acceso a los espacios de servicio. Estos espacios son completos e incorporan cuarto de plancha, dormitorios para los criados, despensa y cocina.
En los alzados una vez más, la composición tripartita de las partes, simetría, axialidades y jerarquía, son las pautas que articulan el resto de los elementos de la fachada.
El lenguaje es recargado de inspiración barroca y afrancesada, con elementos clásicos: columnas dóricas, pilastras corintias, frontones, molduras, balaustradas, etc...
Para entender la arquitectura desarrollada por Juan Vidal Ramos en su primera etapa, la más genuinamente historicista en su dilatada trayectoria y que va desde sus inicios, recién titulado en 1916, hasta 1936, nos remitimos a sus antecedentes como estudiante en la Escuela de Arquitectura de Barcelona. En Barcelona coincide con Lluís Domenech i Montaner, que desde su cátedra de profesor proclamaba las excelencias del eclecticismo historicista frente al racionalismo europeo, "la arquitectura moderna, hija y heredera de todas las pasadas, se levantará por encima de todas, enjoyada en los tesoros de aquéllas y de la ciencia por ella misma adquiridos..." Escribía Montaner en un conocido artículo y verdadero manifiesto del Noucentismo catalán titulado "En busca de una arquitectura nacional", que publica la revista "La Renaixenca" el año 1878.
Con la formación recibida en este contexto cultural y bien asimiladas sus influencias, Juan Vidal Ramos inicia su ejercicio profesional en Alicante. A los edificios de este primer período consigue trasladar con fidelidad y gran éxito el convencimiento de que "el prestigio del lenguaje clásico está fuera de toda discusión".
Texto: Urbipedia


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