Antigua Publicidad Hotel Palas (Alicante)
Antigua Publicidad Hotel Palace (Hotel Palas) Alicante
Plaza del Mar y Cámara de Comercio, año 2012 - RF A77
Nueva Fotografía añadida a la colección Antic “detalles de una ciudad”
Copyright by José M. Deltell 2012
mail: josedeltellblog@gmail.com
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Fotografía antigua coloreada del edificio de la actual Cámara de Comercio, donde fue destinado a Hotel con distintos nombres a través de los años como: “Hotel Vapeur”, “Hotel Iborra”, “Hotel Simón”, “Gran Hotel” y por último “Hotel Palas”
Fotografía antigua de la Plaza de la Puerta del Mar y Hotel Palas (Alicante)
La Providencia. en forma de Cámara de Comercio, ha obrado el milagro de que un edificio tan emblemático como el más que centenario Hotel Palas no se haya perdido para los restos. Un edificio que de no ser por el fuerte material en aquellos tiempos empleado, se hubiera caído a pedacitos para no poderlo recoger ni con una pala. Pero no.
Su trabajo, y sus euros. le ha costado a la Cámara de Comercio recuperar el edificio para la ciudad y para instalar en él su sede. Algo que deben agradecer los alicantinos, pues ahí donde se ve, es uno de los edificios más antiguos de la ciudad y que, además, guarda entre sus muros una historia muy entrañable que corre paralela a la de esta ciudad.
Con los nombres de Fonda del Vapor, Fonda de la Marina, Grand Hotel Palas o simplemente Hotel Palas, ha estado ahí quietecito durante siglo y medio, viendo pasar diversas etapas políticas, sociales y económicas.
La construcción data de mediados del siglo XIX, cuando el Conde de Soto Ameno encargó construir su palacio en la línea de lo neoclásico. No tardó demasiado en convertirse en hotel el singular edificio. Su fachada principal da a la calle Cervantes, la posterior a Gravina y las laterales a San Telmo y Puerta el Mar, donde tuvo el hotel una puerta de acceso a la terraza cubierta que existió durante muchos años.
El edificio era propiedad últimamente de una congregación religiosa de Valencia, a cuyo favor legó al morir una señora millonaria.
En los últimos tiempos el hotel era explotado por un industrial mallorquín afincado en Alicante, Pedro Creixell, propietario al mismo tiempo de la ya desaparecida confitería La Mallorquina de la calle Mayor, donde se podían adquirir aquellas exquisitas ensaimadas gigantes rellenas de cabello de ángel, traídas directamente de Mallorca.
Largo pleito se llevó a cabo para desahuciar a los inquilinos, que pagaban la irrisoria renta de cuarenta mil pesetas mensuales. Una vez resuelto el tema, una inmobiliaria de Benidorm adquirió el inmueble a principios de 1999, se dice que por setecientos millones de las pesetas todavía en curso. El hotel disponía de suntuosos comedores y recoletas piezas para fumar, tomar café o ver la televisión. Contaba con restaurante y barra de bar abiertos al público y disponía de una valiosa pinacoteca. A las habitaciones se subía por una amplia y bella escalera.
Durante muchos años, era uno de los tres más importantes hoteles en competencia con el Samper y el Victoria. Grandes personalidades de la política, las ciencias, las artes, el comercio y la industria, además de toreros, se alojaron a lo largo de los años en el emblemático Hotel Palas (que no Palace). Allí falleció en 1917 el eminente dramaturgo Joaquín Dicenta, y el todo Alicante acudió a la ceremonia civil del traslado de sus restos al Cementerio de Alicante, donde está enterrado.
A partir de entonces la Plaza del Mar pasó a denominarse Plaza de Joaquín Dicenta, que estaba presidida por el precioso Monumento a los Mártires de la Libertad, obra de Vicente Bañuls, extrañamente desaparecido tras un bombardeo de la Guerra Civil. Curiosamente, a principio de los años cuarenta, la plaza llevaba el nombre de Cónsul Von Knobloch, en honor al representante consular en Alicante de la Alemania nazi.
Y si el edificio se perdió como hotel y restaurante, se ha recuperado para la cocina (siglas de Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Alicante).
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